El ruido del motor era intenso y
Arrullaba en destierro el sudor de nuestros cuerpos,
Que tan solo se movían con la acción de los frenos
Que rompían la monotonía y quietud del momento.
Hacia frió, había ruido, era de noche y mis miradas,
Divagaban por el horizonte de luces.
Se repartían entre el colorido de la ciudad
Y sus senos que intentaba ver a través de su escote.
Empezó en un momento a saborear con sus labios
Un bombom color rosa que saco de su bolsa.
Lo que me llevo a los momentos a solas, donde,
Era mi pene el que introducía en su boca.
Le pedí tiernamente y como un favor por piedad
Que no propiciara algo, que no iba a terminar.
Que tuviera presente que en aquel lugar
Yo solo podía entrar en deseo e imaginar.
Pero en vez de entenderme y sin vacilar.
Sin cohibirse, coloco su cabeza en mis piernas.
Con toda su dulzura y frescura de diosa
Con sus labios y su lengua me lo empezó a besar.
Al verme excitado y a punto de estallar
Bajo mi cremallera y entre la hendidura y mi ropa interior
Introdujo mi miembro deliciosamente en su boca
que con tibios aires suavemente me hacian gritar.
No paro de apretarlo, de besarlo y de lamerlo,
No se canso de tenerlo, de chuparlo y succionarlo.
Fue un viajecito de gloria en un bus intermedio,
Y se volvió por merito el mejor trayecto.
Mientras que el tiempo nos acercaba a nuestra parada,
Me dio mi mujer el mejor sexo oral, la mejor mamada.
Nos dimos cuenta de repente que habíamos llegado
Y adsorbidos nos repusimos en seguida para la bajada.
Dispuestos a terminar en nuestra cama,
Con ese fuego interior que brotaba en las miradas.
Abandonamos aquel bus entre la lujuria y el amor,
Entre sonrisas y sin sombra alguna de pudor.
No sin antes percatarnos de la cómplice mirada
De una joven mujer que extrañamente observaba
Y curiosamente sonreía mientras que a su pareja le contaba,
De lo que a través de un vidrio vio mientras viajaba.
Te amo con la vida
SJ
Arrullaba en destierro el sudor de nuestros cuerpos,
Que tan solo se movían con la acción de los frenos
Que rompían la monotonía y quietud del momento.
Hacia frió, había ruido, era de noche y mis miradas,
Divagaban por el horizonte de luces.
Se repartían entre el colorido de la ciudad
Y sus senos que intentaba ver a través de su escote.
Empezó en un momento a saborear con sus labios
Un bombom color rosa que saco de su bolsa.
Lo que me llevo a los momentos a solas, donde,
Era mi pene el que introducía en su boca.
Le pedí tiernamente y como un favor por piedad
Que no propiciara algo, que no iba a terminar.
Que tuviera presente que en aquel lugar
Yo solo podía entrar en deseo e imaginar.
Pero en vez de entenderme y sin vacilar.
Sin cohibirse, coloco su cabeza en mis piernas.
Con toda su dulzura y frescura de diosa
Con sus labios y su lengua me lo empezó a besar.
Al verme excitado y a punto de estallar
Bajo mi cremallera y entre la hendidura y mi ropa interior
Introdujo mi miembro deliciosamente en su boca
que con tibios aires suavemente me hacian gritar.
No paro de apretarlo, de besarlo y de lamerlo,
No se canso de tenerlo, de chuparlo y succionarlo.
Fue un viajecito de gloria en un bus intermedio,
Y se volvió por merito el mejor trayecto.
Mientras que el tiempo nos acercaba a nuestra parada,
Me dio mi mujer el mejor sexo oral, la mejor mamada.
Nos dimos cuenta de repente que habíamos llegado
Y adsorbidos nos repusimos en seguida para la bajada.
Dispuestos a terminar en nuestra cama,
Con ese fuego interior que brotaba en las miradas.
Abandonamos aquel bus entre la lujuria y el amor,
Entre sonrisas y sin sombra alguna de pudor.
No sin antes percatarnos de la cómplice mirada
De una joven mujer que extrañamente observaba
Y curiosamente sonreía mientras que a su pareja le contaba,
De lo que a través de un vidrio vio mientras viajaba.
Te amo con la vida
SJ
1 comentario:
Que experiencia tan agradable.
Las mamadas en público hacen que mi piel se erice, volver a esos momentos de tanta locura.
Publicar un comentario